¿Qué es una Otoplastia?
La cirugía de orejas, también conocida como otoplastia, puede mejorar la forma, posición o proporción de la oreja. Un defecto en la estructura del oído que está presente al nacer o que se hace evidente con el desarrollo puede corregirse mediante un procedimiento de otoplastia. Este procedimiento también puede tratar las orejas deformadas causadas por una lesión. La otoplastia crea una forma más natural al mismo tiempo que brinda equilibrio y proporción a las orejas y la cara. La corrección de deformidades incluso menores puede tener profundos beneficios para la apariencia y la autoestima.
¿Qué puede mejorar?
● Orejas demasiado grandes: una afección llamada macrotia
● Orejas sobresalientes que ocurren en uno o ambos lados en diversos grados, no asociado con pérdida auditiva
● Insatisfacción de los adultos con la cirugía de orejas anterior
¿Cómo se realiza la cirugía?
La corrección de las orejas protuberantes utiliza técnicas quirúrgicas para crear o aumentar el pliegue antihélix (justo dentro del borde de la oreja) y para reducir el cartílago de la concha agrandado (la concavidad más grande y profunda del oído externo). Las incisiones para la otoplastia generalmente se realizan en la superficie posterior de la oreja. Cuando son necesarias incisiones en la parte anterior de la oreja, se realizan dentro de sus pliegues para ocultarlas. Se utilizan suturas internas no removibles para crear y asegurar el cartílago recién formado en su lugar.
¿Qué debo esperar después de la cirugía?
Después de la cirugía, se aplicarán vendajes o apósitos para mantener limpio el sitio quirúrgico, protegerlo de traumatismos y apoyar la nueva posición de la oreja durante la cicatrización inicial. Es importante que las incisiones quirúrgicas no estén sujetas a una fuerza excesiva, a la luz solar o la luz de la cama de bronceado, a la abrasión o al movimiento durante el tiempo de cicatrización. Una otoplastia ofrece resultados casi inmediatos en casos de orejas despegadas, visibles cuando se retiran los apósitos que sujetan la nueva forma de la oreja durante las fases iniciales de cicatrización. Con la oreja posicionada permanentemente más cerca de la cabeza, las cicatrices quirúrgicas quedan ocultas detrás de la oreja o bien escondidas dentro de los pliegues naturales de la oreja.